Niña de Wall Street, negocio en riesgo

'La niña sin miedo' es una escultura de bronce de 1.20 metros, 113 kilos que se encuentra en Wall Street. 

Se instaló en frente de la bolsa de valores, un siete de marzo para que aparezca el día de la mujer, al día siguiente.

Desde 2017 que la estatua de la niña está mirando fijo al toro que tiene frente a ella. 

En forma de metáfora, se enfrentan hombres y mujeres representados por las esculturas.

La cara desafiante de la niña sin miedo y las manos en la cintura reclaman al mundo financiero que aumente la presencia de mujeres en el mundo financiero, la dirección de las empresas, la bolsa, etc. 

Surgió de la iniciativa de la empresa financiera State Street Global Advisors y la escultora uruguaya, Kristen Visbal. 

Sin embargo, no todo es color de rosa con la estatua de la niña sin miedo.

En el 2017 se publicó en el New York Times que de los 28 cargos directivos que tenía la empresa, solo 5 eran mujeres.

En septiembre de ese año, State Street acordó pagar cinco millones de dólares para concluir las demandas del Departamento de Trabajo de EEUU, las que planteaban que la empresa discriminaba mujeres.

Específicamente, mujeres afroamericanas, a través de menor salario y prácticas injustas a la hora de pagarles.

La competencia entre las dos esculturas no quedó solo en el arte. 

El artista de la estatua del toro, Arturo Di Modica, inició acciones legales contra la ciudad de Nueva York para exigir que se retirara la estatua de la niña.

“El toro embistiendo ya no lleva un mensaje positivo y optimista. Más bien, se ha transformado en una fuerza negativa y una amenaza”, dijo el abogado de Di Modica, Norman Siegel.

La demanda también llegó hasta la escultora, Visbal, y hasta que no terminó el proceso legal, la artista no pudo recibir las recompensas de las ventas de réplicas.

State Street presentó una demanda contra Visbal, alegando que las ventas de las réplicas no fueron aprobadas por la empresa y violaron su acuerdo.

Visbal presentó una reconvención contra State Street, alegando que la empresa estaba infringiendo sus derechos.

El plazo de la habilitación para que la estatua pueda estar en la calle de Manhattan vence en 2024.

Si sigue de pie después depende de los miembros de la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos, un grupo a cargo de supervisar la colección de arte de la ciudad. 

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