Nació en un pueblito de Senegal llamado Bambali. Nadie en su familia quería que fuera futbolista. Sus padres nunca tuvieron dinero para enviarlo a la escuela.
Una delegación del Metz de Francia pasó por Dakar a reclutar jugadores. Mané fue a probarse, sin avisarle a nadie de su familia.
El técnico Olivier Perrin lo vio jugar, y casi no lo deja competir por las condiciones en las que fue vestido. Finalmente lo puso en la cancha y quedó tan asombrado de la capacidad de Sadio que se lo llevó para que juegue en su equipo.
Dos temporadas en una academia llamada Generation Foot. 90 partidos en los que marcó 131 goles, y pudo pegar el salto a la Primera del Metz, adonde viajó sin avisarle a su familia.
Sus buenos rendimientos y una velocidad alucinante lo hicieron pasar al Red Bull Salzburgo. En su segunda temporada marcó 23 goles y logró doble premio: campeón de la Bundesliga austríaca y la Copa de Austria 2013/14.
Del Red Bull Salzburgo pasó al Southampton, su primera experiencia en la Premier League. En 2016, Liverpool lo adquirió a cambio de 41 millones de euros.
Levantó en 2019 la Champions League, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.
La tercera fue la vencida para Senegal en la Copa Africana quienes habían sido derrotados en dos finales anteriores. Perdió con Camerún la de Mali 2002 y la de Egipto 2019 que los venció Argelia.
El 6 de febrero de 2022 se consagró campeón de la Copa Africana de Naciones 2021 anotando el penal decisivo. Le tocó convertir el quinto penalti para vencer 4-2 a Egipto, luego del 0-0 en los 120 minutos de partido.
Logró un hat-trick en 2 minutos con 56 segundos el 16 de mayo de 2015. Un hat-trick es anotar tres goles en un partido.
Hace años que Mané envía dinero a Bambali, su pueblo natal en Senegal, para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, incluidos sus padres que siguen allí.
Donó 30 mil euros para la construcción de una escuela y 500 mil euros para la construcción de un hospital en Bambali. Hoy el centro médico es uno de los mejores equipados del país.