El bullying no sólo es un comportamiento. El bullying hiere. El bullying mata. Hoy, 2 de mayo, Día Mundial contra el Acoso Escolar, es mucho lo que podemos hacer.
La American Psychological Association (APA) dice que el bullying "es un comportamiento agresivo intencional, que consiste en un desequilibrio de poder o de fuerza".
Este comportamiento se caracteriza por ser repetitivo, y se puede manifestar de forma física, verbal, o social.
"Tenemos que pensar en educar a los chicos para no disfruten lastimando al otro. Para que vean y sientan al otro como un semejante".
Ahora bien, aunque desde hace años la intimidación ha formado parte de la vida, cada vez parece que este mal aumenta su alcance. ¿Qué hacer? Algunos consejos de la APA...
Observe la actitud de su hijo para detectar señales de acoso: temor a ir a la escuela, disminución del apetito o pesadillas.
Enséñele a su hijo a hacerle frente al acoso: que aprenda a ignorar al acosador y/o crear estrategias enérgicas a fin de manejar la situación.
Establezca los límites con respecto a la tecnología: Incúlquele a sus hijos que no deben responder mensajes amenazadores, ni tampoco reenviarlos.
Los padres deben reportar a la policía las amenazas y guardar evidencias de los mensajes de texto, correo electrónico, o comentarios colocados en sitios web.
Detener el acoso antes: Hable con sus hijos acerca del acoso escolar. Es posible que su hijo esté confrontando problemas e ignore el daño que hace.
Una casa “libre de acosadores”: Estar expuesto a un comportamiento agresivo o demasiado estricto en casa hace que el niño tenga más propensión al acoso escolar.
Detectar problemas de autoestima: A menudo, los niños con problemas de autoestima acosan a otros para sentirse bien consigo mismos.
"Hasta que el bullying no se acabe entre los adultos, no podremos enseñarlo a los niños (...) Hasta que no nos revisemos no podremos pedir a los niños que lo hagan bien".